El rey Salomón escribió estas palabras: “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.”  Tenía razón. Después de dirigir el trabajo de los bautistas de Oklahoma por 22 años, mi esposa Polla y yo hemos llegado a la conclusión que es la voluntad de Dios que nosotros nos jubilemos. Así que anuncié a la junta directiva y al personal de la Convención General Bautista de Oklahoma (BGCO) que me jubilaré el 15 de abril de 2018.

He estado involucrado activamente en el ministerio desde que tenía 19 años (ahora tengo 68 años). Todo esto comenzó en una iglesia llamada Pleasant Grove Baptist Church en la ciudad de Sleeper, ubicada en el estado de Missouri. Fue un comienzo prometedor.  Yo era pastor y solo había 19 personas cuando prediqué por primera vez en esa iglesia. Hasta el día de hoy me quedo asombrado al pensar cómo Dios ha usado a un joven del pequeño pueblo de Skiatook en Oklahoma, dándole notables oportunidades desde aquel comienzo humilde.

Estos últimos 22 años han sido la época más desafiante y gratificante de mi vida. A través de nuestros 111 años de historia, solo ocho hombres han tenido el privilegio de dirigir el trabajo de los bautistas aquí en Oklahoma. Los bautistas en este estado son fuertes y generosos más allá de cualquier descripción. Es más, están decididos a alcanzar al mundo con el evangelio.

Al considerar esta decisión, Dios me permitió llegar a la siguiente conclusión: uno nunca verá todas sus metas cumplidas.  Ante mi incapacidad de proponer una visión novedosa para el futuro, me di cuenta de que¬− como pastor−había llegado el momento de cambiar de rumbo. Puedo pasar horas hablando de las oportunidades que tenemos para servir y expandir el trabajo de la convención.  Sin embargo, la responsabilidad de proponer una nueva visión ahora cae sobre otra persona. Este nuevo líder nos ayudará a lograr mucho más de lo que yo podría llegar a imaginar.

Muchos me preguntan: “¿Ahora qué vas a hacer? ¿Cuáles son tus planes?” Muy buenas preguntas ya que se acerca mi jubilación. Estoy seguro de que Dios me enseñará el camino que debo seguir.

Pero una cosa es segura: pienso pasar más tiempo con mi esposa. Yo la llamo cariñosamente “mi princesa osage.” Ella ha sacrificado mucho para que yo pudiera dedicarme al trabajo de la convención.  Me gustaría disfrutar de las cosas simples de la vida. Sé que voy a pasar más tiempo con mi nieta en Portland en el estado de Oregón, cuyos padres están plantando una iglesia.

Después de un tiempo sabático en la primavera me gustaría volver a predicar.  Me encanta predicar la Palabra de Dios.  Muchas veces he dicho que hago todo lo necesario para poder predicar los domingos.  Por 22 años, he predicado a lo largo y ancho del estado en iglesias tanto pequeñas como grandes. Espero poder seguir haciendo esto y buscar otras oportunidades de servir a los demás.

Les aseguro que daré mi mejor esfuerzo hasta el 15 de abril como el día en que empecé a trabajar para la convención. Estaré orando por el Presidente (Chairman) Nick Garland y por su comité a medida que vayan buscando un nuevo Director Ejecutivo-Tesorero para la convención.  Oren también por el Presidente Joe Ligon. Para concluir, yo creo que lo mejor está por venir para la convención y para nosotros.  ¡Qué bueno es nuestro Padre Celestial!